martes, junio 29, 2004

Restos de metal

Madrugon innecesario que hizo que hoy viviese el doble de los esperado. No salio la nota de dibujo, pero me encontre al profesor y me dio un saludo que prefiero no describir. Por lo menos, es el unico que me conoce.
El sol de la mañana, un par de periodicos, y a compartir anecdotas mientras buscabamos trabajo.

-Te he dicho que no, que nada de la obra.
-¿Y en la descarga?
-Tampoco.
-Pues entonces de policia
-Aqui hay uno de segurata de vigilancia.

Y señalando los aceptables, llamamos a uno de encuestas. ¿Unos mil euros? En la entrevista esta misma mañana, no pudimos compatibilizar los horarios. Una pena señora. La mia.

Ya por la tarde, me acerque hasta la autoescuela a apuntarme, y en un par de dias empiezo:



La velocidad no podra crear una barrera de nuevo metal. Metal que resuena, sonando en mi mente, y no puedo ayudarte, solo escucharte. Los dos sufrimos sin poder hacer nada. Y el cansancio se apodera de mi hasta el punto de que mi oido se acostumbra al escalofriante gemido.