Una triste historia

Siempre he empezado todos mis sueños por el final. Siempre que me invento mis historias, me empiezo por imaginar el final. Y esta historia la voy a empezar por el final:
"Quedó llorando por el resto de sus dias, y yo maldiciendo cada palabra que pensé y no pronuncié. Nos conocimos una mañana en la cafeteria de la facultad. Yo recordaba su cara de verla en clase. Acostumbramos a los pocos dias del comienzo de curso a saludarnos, hasta que un dia se sento en mi mesa en esta cafeteria. Estuvimos hablando de las clases, asignaturas y algun profesor que otro, y acabamos tomando un café con leche mientras hablábamos de nuestros gustos musicales. Este fue el primer dia en que la conocí y en el que ella me conoció a mi.
Dia tras dia seguimos entablando una gran amistad. Pasamos de hablar de los mismos temas de todos los dias, a hablar de cosas ya mas personales. Y cómo quieren que les explique yo esto, el amor surgió enseguida. Comenzamos a quedar tambien por las tardes y alguna noche. Nos fuimos enamorando progresivamente, casi sin darnos cuenta.
Las cosas pintaban bien en nuestra relación, pero un día de abril, nos enojamos el uno con el otro. Fueron pasando los dias y no conseguíamos que ninguno de los dos cediera lo mas minimo. No tardamos en darnos un plazo a cada uno para zanjar el problema. En la cafeteria que frecuentábamos, los dos nos pusimos de acuerdo en dejarlo, y creo que fue el orgullo el que ocultó a nuestras enamoradas almas.
Lo peor de esta triste historia, es que hoy, despues de 4 años, no logro recordar por qué habiamos discutido."