En servilleta de papel

Unas letras y garabatos entremezclados en la caseta de mi vida, donde viven un ejecutivo y un albañil. Y cuando llaman a la puerta los dos estan lo suficientemente atareados como para no abrir. ¡Vuelva otro dia! Y a ver que suerte tenemos.



La incertidumbre se apodera de mi a la misma velocidad que mi cerebro intenta escapar de ella. Bueno, tiene su cara y su cruz.

Y a partir de ahora comienza el segundo dia de hoy.