Dedicado
Y esta noche, le dedico estos versos a una gran acompañante.
SONETO A MI ALMOHADA :
Perfidos senderos de la vida infiel
que me han enseñado a puerta cerrada.
¡Que silencioso me encierro en mi almohada,
llorando la sangre del gran cascabel!
Ella acomoda la frondosa de piel,
acuna penas de una dulce amada.
Nunca rechaza a la tal desdichada.
Nunca rechaza mis dos lunas de hiel.
Y cuando la noche se haga noche
y los sueños irrumpan como un rayo,
no olvides protegerme del derroche
financiado por cansancio en un fallo
de tus plumas, ¡cogere un coche!:
pienso, discuto, me enfado y me callo.
Espero que te gusten cuando te los susurre al oido.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home