domingo, junio 13, 2004

Forty-eight degrees

Dia de semi-trabajo, por fin un descanso.
Curioso lo de este medio dia. ¿Quien era esa chica? Que preciosa. ¿A quien miraba? Bueno, eso ya lo se, no podia haber duda. Que ojazos cristalinos. ¿Aun estara alli? No, no. Ya se la llevo el aire, el aire de que me da oxigeno, el aire que me mata. ¡Ay! Estrella sin luz, vuelvete a encender por ultima vez, enciendete por mi. Y que no nos vea la Luna, que sus celos te taparan por fin.

Has vuelto en espejismo, en ceniza rosa y blanca, escapando de cuanto se movia y escondida detras de un arbol. Sal de ahi, ya me he ido. Y no me sigas que no dejare huella. Al fin y al cabo, te vi por ultima vez.